Ante el proceso de la nueva Constitución para la Ciudad de México, dejémonos iluminar por nuestra madre de Guadalupe, dijo el Arzobispo Primado de México, Norberto Rivera Carrera, quien confió en que la nueva constitución de la Ciudad de México “reflejará el sentir de todos los habitantes”, reporta MVS.
“La Constitución no puede ser fruto de un grupo de elegidos, debe ser fruto de toda una ciudadanía; como supo –la Virgen de Guadalupe- confiar en San Juan Diego en su mensaje al decirle ‘es necesario que vayas’; asumamos esa misma encomienda, comprometiéndonos en el proceso político, construyendo el reino de justicia, de paz y de gozo para todos”, exclamó Rivera Carrera ante fieles católicos que lo acompañaron en la XXII peregrinación anual de la Arquidiócesis de México a la Basílica de Guadalupe.
“Que el señor bendiga a este proyecto y a todos los que en él participarán”, imploró.
Como se recordará, la Asamblea Constituyente, encargada de redactar la nueva Constitución de la Ciudad de México, rechazó eliminar el derecho a la interrupción del embarazo e incluir el derecho a la vida desde la concepción.
En su mensaje ante un templo abarrotado de seguidores de la señora del Tepeyac, el Arzobispo Rivera Carrera evocó que, así como el manto de la Virgen de Guadalupe “es capaz de acogernos a todos, sea la Constitución reflejo del sentir de todos los habitantes; como en su vientre supo custodiar la vida de su hijo, sea nuestra Constitución protectora de la vida en cualquier circunstancia en que se encuentre; como supo velar por la enfermedad de Juan Bernardino, sepa la Constitución velar por todos nuestros enfermos, los pobres, los migrantes, los discriminados, los no nacidos, de los que viven en la miseria o sufriendo, sin que alguien los consuele”.
Como se recordará, la Asamblea Constituyente, encargada de redactar la nueva Constitución de la Ciudad de México, rechazó eliminar el derecho a la interrupción del embarazo e incluir el derecho a la vida desde la concepción.
En su mensaje ante un templo abarrotado de seguidores de la señora del Tepeyac, el Arzobispo Rivera Carrera evocó que, así como el manto de la Virgen de Guadalupe “es capaz de acogernos a todos, sea la Constitución reflejo del sentir de todos los habitantes; como en su vientre supo custodiar la vida de su hijo, sea nuestra Constitución protectora de la vida en cualquier circunstancia en que se encuentre; como supo velar por la enfermedad de Juan Bernardino, sepa la Constitución velar por todos nuestros enfermos, los pobres, los migrantes, los discriminados, los no nacidos, de los que viven en la miseria o sufriendo, sin que alguien los consuele”.
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