domingo, octubre 28, 2007

La censura a El Centro; ¿sólo un truco?

Alvaro Cueva, el analista de medios de Milenio, Pone en duda la supuesta censura al periódico El Centro en su columna Ojo por ojo.
Este es su texto:

Desde hace varias semanas que no para de sonar mi teléfono. Son reporteros de diferentes medios que me piden mi opinión sobre el supuesto veto que Televisa le ha impuesto a las publicaciones de Editorial Notmusa.

Para ellos, el punto de partida siempre es el mismo: Televisa es la villana, Notmusa, su víctima; y por si esto fuera poco, Televisa es incongruente.

Se supone que Televisa dice que defiende la libertad de expresión pero reprime la libertad de la casa que publica revistas como TvNotas, H, Veintitantos y Nueva.

¿Qué tanto es cierto que Televisa está cometiendo el más grave de los atentados contra el gremio periodístico por impedirle el paso a sus instalaciones a los reporteros de la revista 15 a 20?

¿Qué tan buena es Editorial Notmusa después de haber despedido a varias personas del periódico El Centro para lavarse las manos de este escándalo? ¿Qué hay detrás de esto?

Antecedentes: Notmusa es una empresa que ha registrado un impresionante crecimiento gracias a la publicación de medios enfocados a lo que ellos llaman infoentretenimiento.

Ni son informativos ni son de entretenimiento, se supone que son ambas cosas, y aunque la idea no suena nada despreciable, el resultado ha sido, entre otras situaciones, una avalancha de escándalos, declaraciones cambiadas, fotomontajes, y semidesnudos en portada.

Hace algunos meses y tras el indiscutible éxito de su periódico deportivo Récord, Editorial Notmusa lanzó otro diario de nombre El Centro.

Pero, ojo, en México, los medios no sólo sirven para hacer periodismo, sirven para ejercer presiones políticas y comerciales.

En más de una ocasión, El Centro se ha dedicado a molestar a diferentes instancias en ejercicios poco periodísticos.

Desde hace meses, en una clara respuesta a la campaña “50 años de la telenovela” de Televisa, El Centro había estado sacando unos artículos particularmente negativos al respecto.

La cúspide de esta contracampaña fue una entrevista publicada en dos partes con Víctor Hugo O’Farril, ex vicepresidente de Televisa, donde el señor despotricó contra todo lo que pudo.

Honestamente, don Víctor Hugo no dijo nada que pudiera sorprender a nadie de la industria.

Lo increíble fue lo que vino después: de la nada, en la contraportada de El Centro, apareció un texto sin firma despedazando al señor O’Farril.

Inmediatamente se empezó a correr la voz de que Televisa había vetado a todos los periódicos y revistas de Notmusa por haber publicado la entrevista con O’Farril, que Televisa mentía cuando hablaba de libertad de expresión, y que Emilio Azcárraga Jean se negaba a recibir al dueño de Notmusa.

Después despidieron al reportero que entrevistó a don Víctor Hugo, sacaron al director de El Centro, varias cabezas renunciaron en solidaridad y aquello se convirtió en un escándalo tremendo.

Mire, yo no creo que Televisa haya vetado a Notmusa por haber sacado la entrevista de Víctor Hugo O’Farril ni creo que los señores de Notmusa sean tan inocentes.

Mi sospecha es que Notmusa quiere publicidad para vender más como cuando la revista TvNotas se equivoca estratégicamente publicando alguna mentira de alguna encueratriz para que luego ésta desmienta y le llene sus páginas.

El “pequeño” detalle es que Televisa no es una vedette que se preste a esta clase de juegos.

¿A usted no se le hace sospechoso que el rumor haya combinado la entrevista con don Víctor Hugo, la libertad de expresión y una cita con Emilio Azcárraga Jean?

Si Televisa le tuviera todo ese rencor que se supone que le tiene a Notmusa, gente de Notmusa como Shanik Berman no seguiría trabajando en Televisa.

Si Televisa vetara a MILENIO, El Universal o La Jornada, yo entendería que podría estar atentando contra la libertad de expresión, pero dejar de favorecer a unas publicaciones que lo único que quieren es ejercer presiones y hacer negocio a través de escándalos, no creo que vaya por ese lado.

Ahora, ¿por qué tendría Emilio Azcárraga Jean que recibir al dueño de Editorial Notmusa para aclarar este chisme? No estamos hablando de Ninel Conde, estamos hablando del presidente de Grupo Televisa.

Hay muchas cosas raras atrás de esta historia y lo más delicado de todo es que se está jugando con un concepto que es fundamental para este momento histórico: la libertad de expresión. ¡Aguas!