martes, marzo 15, 2005

Tatiana arma su escandalito


La elección de Manuel Espino como presidente de Acción Nacional, ha comenzado a levantar airadas voces de quienes se sienten perdedores en esa competencia, mientras que los medios, analistas y caricaturistas, continúan recurriendo al petate del yunque para explicar un triunfo que no deseaban, y buscan explicación en supuestas intrigas desde Los Pinos, protagonizadas por Marta Sahagún (por ejemplo, la caricatura de Heliflories de este día en El Universal, bajo el título ¿Recuerdan al Dr. IQ? los diálogos dicen:
-¡Arriba a mi ultraderecha!
-Aquí tenemos una primera dama, doctor).
La rebelde hija de Manuel Clouthier, Tatiana, ha reventado finalmente el escándalo que venía meditando desde noviembre, según dice, y renunció al PAN.
El asunto tiene una gran carga política y emocional en el panismo.
F. Bartolomé, en Reforma, aborda así el asunto, en la columna Templo Mayor:
LA RENUNCIA de la hija del fallecido Maquío, Tatiana Clouthier, cimbró al PAN, el nuevo dirigente Manuel Espino debería preocuparse porque podría no ser la única.

EN LAS FILAS panistas se comenta que uno de los que anda pensándolo es el chihuahuense Luis H. Álvarez, luego de que fue olímpicamente desplazado por la nueva dirigencia.

LO GRAVE de esto es que, hasta donde se sabe, el equipo de Manuel Espino ni sufre ni se acongoja por estas posibles renuncias.

DE HECHO, se dice que la nueva dirigencia nacional panista ni siquiera intentó disuadir a Tatiana Clouthier de que renunciara.

ASÍ QUE la noche de los cuchillos largos en el PAN apenas comienza.

POR CIERTO que donde sí fue bien recibida la noticia de la renuncia de Clouthier fue en el gobierno del Distrito Federal.

LOS CERCANOS de Andrés Manuel López Obrador comentaron que no descartan guiñarle el ojo a la hija de Manuel J. Clouthier.

POR LO PRONTO van a esperar a ver cómo evoluciona la bronca y qué posición toma la ahora ex panista.

EL JALONEO panista no sólo es en la dirigencia nacional, pues en Jalisco las huestes tradicionalistas tomaron venganza de su derrota a nivel nacional y asestaron un duro golpe a los seguidores locales de Manuel Espino.

EN MANCUERNA, los tradicionalistas y los calderonistas llevaron a la dirigencia estatal a Eduardo Rosales, con lo que rompieron el dominio de casi 15 años de los ultras tapatíos.

ASÍ QUE, como en el Clásico, Guadalajara empató el marcador.


El Universal tiene su propia explicación sobre las elecciones panistas: lo expone Bajo Reserva: (Por cierto, ahí mismo Naranjo también tiene su versión gráfica. izquierda)

El pasado sábado 5 de marzo , en pleno proceso electoral del PAN para cambio de dirigente nacional, Luis Felipe Bravo Mena tomó la palabra para impulsar una mayoría de dos terceras partes del Consejo Nacional en favor de Manuel Espino . Pero de pronto, las cosas se le descompusieron.
Quienes presenciaron la escena recuerdan que ese día el ambiente estaba dominado por diversas certezas: Espino había pactado con Santiago Creel apoyo en el interior de la dirigencia blanquiazul; Espino garantizaba para Los Pinos un voto en favor del desafuero y, por último, Espino representaba el avance del sector más conservador hacia el interior del panismo. La conquista del partido por aquellos sobre cuya presencia había advertido 15 años antes Carlos Castillo Peraza con la idea de que los ultras serían asimilados… pero fue al revés: los ultras se comieron al PAN.

Por eso, cuando ese sábado Bravo Mena llamó a una virtual cargada por Espino , esas dos terceras partes comenzaron a integrarse dócilmente. En cierto momento, sin embargo, una voz se levantó, y seguramente lo vuelva a hacer en los siguientes días: don Luis H. Álvarez , quizá el líder panista vivo más respetable, levantó la mano, miró fijamente a la asamblea… y votó públicamente en contra de Espino .


En Milenio, se publica una pesada batería de artículos sobre el tema (además del insistente cartón de Hernández, a la izquierda) entre otros del propio director Federico Arreola, de Carlos Marín, y de Jorge Fernández Menéndez.
La señora Marcela Gómez Zalce, expone ahí mismo lo siguiente:

En el PAN la vida se complica con el paso de los días y a Manuel Espino se le rebelan las huestes de Felipe Calderón. ¿La razón? Bastante obvia: a nadie le gusta perder y menos ser derrotado y balconeado como sucedió el sábado 5 de marzo. Pay back time dirían algunos, sólo que para cobrar las facturas uno debe tener, digamos, fichas y leverage, pues.

Con la novedad de que las declaraciones en boca de Germán Martínez, además de estar llenas de (veneno y rencor) varias imprecisiones, constataron que el enfurecido diputado no está totalmente al tanto de lo que su amiga Gabriela Ruiz armó en el embrollo del caso de Amigos de Fox. Y ahora está metido en un simpático problemilla que no tardará en explotarle en la cara... pero a todo su ilustre, transparente y cristalino partido. Enjoy this.

No estaría nada mal, mi estimado, que para abrir boca Gabriela explicara ampliamente qué pasó con un dinerito que salió del fideicomiso. Y para pruebas, my friend, la concurrencia tiene un ocurrente papelito donde hay algunas divertidas cifras que pondrían en aprietos a más de un destacado militante blanquiazul. Así que, con su irreflexiva imprudencia, Martínez abrió la caja de Pandora que —desde Los Pinos con Vicente Fox, Ramón Muñoz, Marta Sahagún; el PAN con Santiago Creel, Diego Fernández de Cevallos, Luis Felipe Bravo Mena, Gabriel Jiménez Remus y otros personajes más, y en el gabinete con la ayuda de varios funcionarios— han querido mantener cerrada. Así que no descarte que pronto volarán los zapes y las presiones.



En El Economista, el dibujante Nerilicón insiste en su caricatura (izquierda) sobre la derechización panista, en tanto que una explicación sin tantas aristas, sobre la renuncia de Tatiana, la ofrece Raúl Trejo Delarbre, en La Crónica.

En su renuncia al partido en el que militó durante 15 años, la diputada Tatiana Clouthier Carrillo prácticamente no argumentó motivaciones políticas sino, fundamentalmente, de carácter moral y personal.
Por supuesto todo es político cuando se trata de la dimisión de la hija de un ex candidato presidencial al partido al cual su padre colocó en el centro del litigio por el poder. Pero de la misma manera que sería difícil que sin haber sido hija del legendario Manuel de Jesús Clouthier del Rincón la ahora dimitente del PAN hubiera llegado a San Lázaro, también puede considerarse que en esa renuncia, así como en la trayectoria de la diputada Clouthier, no se aprecian discrepancias fundamentales con las posiciones anteriores y actuales de ese partido.
Lo que a la diputada Clouthier le molestó sobremanera fue el triunfo de Manuel Espino como presidente nacional panista. Los modos que le conocía y las decisiones anticipadas por el ahora triunfante líder de Acción Nacional le desagradaban tanto a Tatiana Clouthier que, antes de los comicios internos, anunció que si Espino ganaba ella se iría del partido.
Sigue aquí el artículo de Trejo Delarbre.